La obesidad es considerada hoy en día una enfermedad epidémica global. De acuerdo a estimaciones de la Organización Mundial de la Salud más de la mitad de la población adulta en el mundo presenta obesidad o sobrepeso. En Chile, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud MINSAL (2017), un 39,8 y un 31,2 % de los adultos presentan sobrepeso y obesidad respectivamente. Esto representa un gran problema de salud, pues la obesidad no sólo por si es una enfermedad, sino que además predispone al desarrollo de múltiples otras enfermedades, tales como diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial (presión arterial elevada), enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, infertilidad, patologías osteo-articulares, enfermedades neurológicas y alteraciones psicológicas entre otras.

Numerosos estudios han evidenciado que los pacientes que viven con obesidad presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, especialmente en aquellas personas que acumulan más grasa en la zona del abdomen.

Obesidad e Hipertensión arterial (HTA): La mayoría de los pacientes hipertensos tienen sobrepeso. La HTA es 6 veces más frecuente en personas que viven con obesidad en comparación a personas con un peso normal. Además, la ganancia de peso, especialmente cuando conlleva un aumento de la grasa abdominal, es una causa muy importante de HTA.

Obesidad y alteraciones de los lípidos (grasas) de la sangre: Aproximadamente un 60-70% de los pacientes que viven con obesidad presentan alteraciones de los lípidos de la sangre, principalmente elevación de los triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL (llamado colesterol bueno).

Obesidad y Diabetes: La obesidad es uno de los principales factores de riesgo de desarrollar diabetes. En un estudio se detectó que, en comparación a personas de peso normal, los hombres y mujeres con obesidad presentan 7 y 12 veces mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 respectivamente. Por otra parte, existe fuerte y consistente evidencia que el tratamiento de la obesidad puede retardar el desarrollo de una diabetes y ser beneficiosa en el tratamiento de ésta.

Baja de peso y riesgo cardiovascular 
Diversos estudios han demostrado consistentemente que incluso con modestas reducciones de peso (5-10% del peso corporal) se produce una mejoría significativa de las alteraciones metabólicas y de los factores de riesgo cardiovascular asociados a la obesidad.

× Agenda acá